EE. UU. presiona por la reactivación del radar de LeoLabs en Tolhuin.

El Comando Sur solicitó al gobierno argentino reactivar la estación satelital ubicada en Tierra del Fuego, mientras crecen las advertencias sobre su posible uso militar y las implicancias para la soberanía nacional.

POLÍTICA06 de octubre de 2025Karukinka NoticiasKarukinka Noticias

fuego_780x90

rsz_2022-12-01_-_west_australian_space_radar_close_view_east-1

transformación educativa_780x90

BANNER_WEB_AREF

El radar de LeoLabs Argentina SRL, instalado en Tolhuin, Tierra del Fuego, se convirtió en el foco de una nueva presión diplomática por parte de Estados Unidos, en un contexto de creciente tensión geopolítica global. El jefe del Comando Sur, almirante Alvin Holsey, pidió formalmente al gobierno argentino que autorice la reactivación de la estación, en el marco de ejercicios militares y programas de seguimiento estratégico, incluyendo proyectos vinculados a la iniciativa de defensa “Cúpula Dorada” de Estados Unidos.

La controversia se reavivó tras la publicación de un artículo en La Nación, que describió el radar como un sistema meramente civil, destinado a rastrear satélites y desechos espaciales. Sin embargo, informes técnicos del Ministerio de Defensa argentino (2023) advierten que se trata de una tecnología de uso dual, capaz de monitorear misiles balísticos, hipersónicos y satélites militares, y que incluso habría participado en ejercicios de vigilancia vinculados a intereses estadounidenses.

Otro punto crítico es la participación británica en la empresa y su integración dentro de la red global de estaciones de LeoLabs, muchas de las cuales operan en países miembros de la alianza de inteligencia Five Eyes. Aunque la compañía asegura que la participación británica es minoritaria, especialistas alertan que la instalación podría facilitar la transferencia de información estratégica a servicios de inteligencia extranjeros.

El proyecto también enfrenta cuestionamientos sobre su rápida aprobación y los beneficios fiscales recibidos, entre ellos permisos aduaneros especiales y un costoso tendido eléctrico cuyo financiamiento aún no fue aclarado. A esto se suman presuntos vínculos entre directivos de la firma y funcionarios provinciales, además de que el alquiler del predio se canaliza a través de un banco extranjero, fuera del control tributario nacional.

Pese a la cancelación del permiso ambiental nacional, el radar permanece operativo, y su eventual reactivación bajo presión estadounidense reabre el debate sobre la soberanía territorial, especialmente dada la proximidad con las Islas Malvinas y la Antártida. Analistas y actores locales advierten que la ofensiva diplomática y mediática revela un intento de influencia externa que podría comprometer la autonomía estratégica de la provincia y del país.

320x50 salud

Imagen 1

BTF---Nuevos-HB-App-1223---300x600---GIF

multimedia.normal.a15e53518955e80b.bm9ybWFsLndlYnA=

1615994948