Inflación, cepo, impuestos y canje de deuda: cuáles son las medidas económicas que acordó el Gobierno con el FMI.
Para el Fondo Monetario, el índice inflacionario promediará el 250% durante 2024 y será necesaria una reducción de los márgenes de ganancia de las empresas para hacerla desacelerar.
NACIONALES02 de febrero de 2024Karukinka NoticiasLa amplia radiografía del plan económico del gobierno libertario que hizo el Fondo Monetario Internacional en el reporte de staff que publicó el organismo este jueves incluye una hoja de ruta de próximas medidas en distintos aspectos de la gestión económica y, además, una proyección para los meses que vienen en términos de inflación. Para el FMI, promediará el 250% a lo largo del año y parte de la desaceleración debería llegar a través de una reducción de los márgenes de ganancia de las empresas.
El organismo consideró que la inflación acelerará antes de que comenzar un proceso de caída paulatina, que haga terminar al índice anual, a fin de año, en torno del 150 por ciento. Para eso, estimó el equipo técnico del FMI, la suba de precios mensual debería volver al terreno de un dígito mensual en algún momento del segundo trimestre del año.
La inflación, proyectó el FMI “se mantendrá por encima del 25 por ciento mensual en enero, a medida que se eliminen los desajustes relativos de precios y otros controles de precios”. La desaceleración tendría lugar si el Gobierno consigue sostener “la consolidación fiscal, mejoras en el marco de política monetaria y una reducción de los márgenes de beneficio empresarial a medida que se cumplan las condiciones de recesión y se eliminan las distorsiones del mercado”, planteó el staff.
En ese sentido, consideró que “los márgenes empresariales aumentaron considerablemente en los últimos años, a diferencia de los salarios reales, que se espera que se mantengan moderados durante 2024 y mejoren gradualmente con la recuperación económica”.
Impuestos: Combustibles, IVA y Ganancias
En términos fiscales, que el Fondo Monetario reconoce que es el ancla más fuerte que tiene el programa, el staff recogió las últimas novedades en una carta enviada el lunes al directorio en que confirmaba que el capítulo tributario de la ley ómnibus sería retirada del proyecto pero que el Gobierno buscaría implementar un plan B para completar el ajuste y llegar al déficit cero.
En ese sentido, los funcionarios aseguraron que el descongelamiento del impuesto a los combustibles líquidos servirá para “compensar” la pérdida de recaudación potencial de esa suba de impuestos suspendida. “En este contexto, nos comprometemos a utilizar todas las opciones disponibles para respaldar nuestra trayectoria y objetivos fiscales, incluido el uso de nuestra discreción ejecutiva a partir de febrero para normalizar progresivamente los impuestos especiales sobre el combustible”, mencionan Luis Caputo y Santiago Bausili en una carta enviada a Kristalina Georgieva esta semana.
“Ciertas características del proyecto de ley Ómnibus, que se espera que se apruebe pronto, respaldarán la consolidación fiscal, y continúan las negociaciones sobre otros aspectos, entre ellos mejorar el sistema de impuesto sobre la renta de las personas físicas y eliminar el actual mecanismo distorsionador de indexación de las pensiones, preservando al mismo tiempo el valor real de las pensiones a través de bonos discrecionales”, plantearon las cabezas del equipo económico.
En ese sentido, el Gobierno indicó que en acuerdo con el FMI avanzará, en el área tributaria, en varios frentes. Por un lado, en que buscará una discusión específicamente impositiva en el Congreso -principalmente con la reversión de la reforma de Ganancias de fines de 2023- para mejorar la recaudación tributaria. También en IVA, impuestos internos y en gastos tributarios.
“Las autoridades tienen la intención de revertir el aumento del umbral del Impuesto a las Ganancias realizado por la administración anterior y fortalecer el régimen de Ganancias. La iniciativa para reformar el impuesto se está ultimando y se enviará como proyecto de ley separado al Congreso en un futuro próximo”, mencionó el Fondo Monetario.
De todas formas, el organismo aseguró que “reconociendo las incertidumbres en torno a los resultados de los ingresos y la naturaleza temporal de los impuestos relacionados con el comercio exterior, las autoridades están revisando medidas adicionales de alta calidad a implementar durante el segundo semestre, incluyendo mejorar el cumplimiento tributario (para lo cual se ha buscado asistencia técnica del Fondo), fortalecer los impuestos especiales (la Ley Ómnibus contempla una reforma de los impuestos especiales al tabaco) y una mayor racionalización de los gastos tributarios (por ejemplo, armonizar las tasas del IVA en todos los bienes)”, apuntó el equipo técnico del FMI.
Gasto social
Parte del diagnóstico que hace el FMI del plan económico de Milei está atravesado por el impacto que podría tener en los indicadores sociales, y en cómo el Gobierno debería actuar para intentar mitigar ese efecto. En distintas ocasiones a lo largo del extenso informe, en el que el Fondo Monetario reconoce que el ajuste podrá ser “doloroso”, recomienda reforzar las partidas presupuestarias de ayuda social y evitar que pierdan poder adquisitivo, aunque considera que podría no ser suficiente para evitar la conflictividad social.
“Las autoridades han reforzado significativamente la asistencia social a través de los programas de subsidios por hijos y cupones de alimentos, al tiempo que se alejan de los programas sociales distribuidos a través de intermediarios y preservan el valor real de las pensiones a través de bonificaciones discrecionales. Tal vez sea necesaria una mayor ampliación de la asistencia a medida que evolucionen las condiciones”, resumió el FMI.
Además, este miércoles respecto a que el Gobierno buscaba “redireccionar” hacia gasto social una serie de desembolsos de organismos internacionales que tenían otros destinos, como el financiamiento de infraestructura. “Las autoridades han recibido garantías de los bancos multilaterales de desarrollo (Banco Mundial y BID) y de los bancos de desarrollo regionales, que también están considerando cambiar su cartera hacia préstamos para proyectos de rápido desembolso con el fin de financiar una mayor asistencia social”, ratificó el FMI.
Para el FMI, el nivel de pobreza y de poder de compra de los salarios están en sus peores niveles en 20 años. “Dada la delicada situación social y el hecho de que los beneficios del plan de estabilización tardarán en materializarse, no se pueden descartar los riesgos de malestar social, incluso con algún refuerzo de la red de seguridad social. Además, los graves desequilibrios y las incertidumbres sobre el impacto de las políticas significan que el paquete de estabilización puede no producir los resultados previstos”, alertaron los técnico del FMI.
En ese contexto, el informe lista una serie de medidas a tomar por parte del Gobierno: racionalizar los “programas sociales ineficientes”, entre los que nombró al Potenciar Trabajo; otras para “proteger mejor a los hogares de trabajadores informales sin hijos, que actualmente están desatendidos por la red de seguridad social”; y “fortalecer la integración de bases de datos administrativas relevantes, con el apoyo del Banco Mundial, para mejorar la focalización y la prestación eficiente de asistencia social”, enumeró.
Cepo y deuda: liberación de controles y canje
El Fondo Monetario y el Gobierno acordaron llevar adelante un calendario específico para el levantamiento de controles cambiarios, que tendrán lugar a lo largo del año, según la promesa del Ministerio de Economía y del Banco Central, aunque la hoja de ruta específica quedará determinada más cerca de fin de año.
El FMI dedicó un segmento de su informe a enumerar la cantidad de regulaciones cambiarias que implementó el gobierno anterior en los últimos meses de mandato, desde los cambios en las Lediv del Banco Central hasta los múltiples tipos de cambio exportador sectoriales, todas medidas que están fuera del manual de buenas prácticas económicas del organismo.
La mayoría de ellas, continuó el organismo, siguen vigentes, aunque algunas ya fueron levantadas. “El staff ve con agrado la reciente simplificación de las restricciones y controles cambiarios tras la corrección cambiaria. Sin embargo, se necesitarán medidas adicionales para eliminar los tipos de cambio diferenciales restantes y las restricciones cambiarias, incluida la eliminación del impuesto al acceso de divisas a las importaciones durante el transcurso de este año. También debería eliminarse el plan de incentivos a las exportaciones (que permite la liquidación en los mercados paralelos de divisas)”, plantearon.
Esto es: el FMI le pidió al equipo económico que además del acceso a divisas sin restricciones, una medida que admite el organismo que deberá ser tomada con cautela y cuando las condiciones estén dadas, también active antes otras medidas como, por ejemplo, el esquema de tipo de cambio exportador más alto. Se trata del blend 80-20, que permite que un 20% de las liquidaciones de ventas al exterior se realicen a precio de contado con liquidación, y el 80% a dólar oficial, lo que da como resultado un dólar más alto.
La hoja de ruta, que el FMI resumió en un pasaje de su informe, es la siguiente: “Las autoridades planean eliminar el esquema de exportación preferencial para junio de 2024; revertir completamente el impuesto PAIS para fines de 2024 o antes, según lo permitan las condiciones”, por un lado. Por otro, planteó que el Gobierno “se ha comprometido a deshacer cualquier tipo de cambio múltiple y restricciones cambiarias restantes este año”, lo que tendrá una primera instancia a mediados de año cuando el equipo económico presente una propuesta formal de desarme del cepo.
“No se pueden levantar de inmediato y se eliminarán gradualmente. Se podrá desmantelar cuando las condiciones lo permitan, con el apoyo de una estrategia inicial que se presentará más tarde este año. De hecho, será necesario calibrar y priorizar cuidadosamente el ritmo, condicionado a mejoras en los desequilibrios macroeconómicos”, consideró el FMI.
Por último, respecto al manejo de la deuda en pesos, el Gobierno y el FMI acordaron avanzar en distintos aspectos. Sin necesidad de financiamiento neto ante un déficit total que apunta a ser cero, el equipo económico se concentrará en cambiar el perfil de la deuda. En ese sentido, buscarán dejar de depender de títulos públicos atados al tipo de cambio (como los dollar linked o los duales) y reemplazarlos, primero, con bonos indexados a inflación y, en algún momento del año, retomar la emisión de bonos a tasa fija.
Para eso, el FMI anticipó que, en una medida que tendrá lugar antes de fines de marzo, el Ministerio de Economía ejecutará “un plan destinado a extender los vencimientos de una porción de la deuda doméstica que vence este año. Por último, anticiparon que el plan recuperar “gradualmente” el acceso a los mercados internacionales para afrontar los pagos de deuda en dólares que sobrevengan, en un plazo que estimaron para finales de 2025.