Tras la devaluación, la inflación se disparó a 12,4% en agosto y fue la más alta en más de 30 años.

La suba de precios luego del salto del dólar tras las elecciones internas y la generalización del impuesto PAIS a las importaciones a fines de julio impactaron fuertemente en el valor de los alimentos; acumula 124,4% en doce meses.

ACTUALIDAD 13 de septiembre de 2023 Karukinka Noticias Karukinka Noticias

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Por el impacto que tuvo la generalización del impuesto PAIS a las importaciones a fines de julio y la devaluación dispuesta tras las PASO -que sólo afectó a dos semanas del mes-, sumado a un elevado piso que ya mostraban las subas de precios mensuales en la Argentina, la inflación de agosto fue de 12,4% y alcanzó los dos dígitos luego de más de 20 años. El histórico número estuvo motorizado principalmente por el impactante aumento en los valores de los alimentos.
 
El dato mensual del Indec difundido esta tarde mostró por primera vez dos cifras desde abril de 2002 (10,4%), cuando la Argentina dejó atrás la convertibilidad con el dólar en medio de la peor crisis económica de la historia. Para encontrar un dato más elevado hay que remontarse, no obstante, a febrero de 1991, cuando el IPC marcó 27%.La suba de precios acumulada en el año alcanzó un 80,2%, mientras que la variación interanual se estiró a 124,4%. La medición núcleo -que elimina valores estacionales y regulados- mostró un alza de 13,8%. Los precios de los alimentos se dispararon 15,6%. Subieron por los fuertes incrementos registrados en las categorías Carnes y derivados, y en Verduras, tubérculos y legumbres. Le siguieron Salud (15,3%) –por las alzas verificadas en los medicamentos– y Equipamiento y mantenimiento del hogar (14,1%), muy atado al dólar.

 
Como la devaluación oficial de 27% pactada entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) -aceleración de crawling peg desde fines de julio y salto brusco post PASO en agosto- tuvo su mayor impacto en los últimos 15 días del mes, se espera que septiembre muestre también una variación de dos dígitos. Ese IPC se conocerá el 12 de octubre. Pese a que el Fondo espera una inflación promedio de 115% para este año (casi el doble de lo estimado por el Ministerio de Economía en el presupuesto 2023), los analistas ya prevén un alza de entre 150% y 190% para diciembre.

El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central (BCRA) estimaba un 140,9% interanual para 2023. Ese informe, no obstante, se publicó con datos previos a la devaluación del lunes posterior a las elecciones internas.

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Los datos privados y públicos ya anticipaban un fuerte golpe para el bimestre agosto-septiembre, que sumará casi un alza de 25% de los precios. De hecho, el índice de inflación porteño dio un salto de 10,8% el mes pasado, la misma variación que había previsto la inflación de los trabajadores medida por la UMET. El número oficial en Córdoba, en tanto, había adelantado ya un duro 12,15%. La canasta alimentaria en Rosario, se sabía, se había disparado 25,8% en el mes, por la gran aceleración en el precio de verduras, pan y carne, según la Universidad Nacional de Rosario.

 
El impacto en los alimentos ya era relevado por los analistas privados. De hecho, FIEL había medido sólo en la tercera semana de agosto –tras el salto brusco del dólar– un avance de hasta 8%. La carne, que tiene un peso muy importante en el índice de precios al consumidor oficial, se disparó casi un 50%, según la Cámara de Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra). “Después de la devaluación, los precios al público subieron un 50%”, había afirmado Miguel Schiariti, presidente de Ciccra. Era un valor que ya se había adelantado a la devaluación. Sólo en la primera semana de agosto, una importante cadena mostraba subas de hasta 7,5% en la carne.

La reacción del ministro de Economía y candidato a presidente por Unión por la Patria, Sergio Massa, llegó una semana después de la devaluación, que además llevó el dólar blue a rozar los $800, pese a que luego se reacomodó. Antes, Massa fijó el tipo de cambio oficial en $350 hasta fines de octubre y acentuó las intervenciones oficiales sobre el MEP y el CCL.

 
El domingo posterior a las PASO lanzó un paquete de medidas, entre los que incluyó bonos y sumas fijas para trabajadores. Además, hubo refuerzos en la Tarjeta Alimentar. Esta semana, también, anunció una suba del piso mínimo de Ganancias a $1.770.000 con el objetivo de que “todos los trabajadores” dejen de pagar el impuesto.

No es claro si el BCRA volverá a subir la tasa de interés para que, luego de este dato, se mantengan reales positivas en un intento de que los pesos sueltos en la economía no le pongan presión al tipo de cambio y obliguen a la entidad que conduce Miguel Pesce a volver a una posición vendedora de reservas. Se trata de una medida que tiene una contracara incómoda cuando la bola de Leliqs ya supera los $20 billones. No obstante, esa condición es uno de los acuerdos que el Fondo Monetario Internacional (FMI) cerró con Massa, además de la aceleración de la consolidación fiscal.

 
La opinión de los economistas

“En agosto, la inflación había empezado a acelerarse por el ajuste de los dólares libres de cara a las PASO y terminó haciéndolo por el traslado de la devaluación a precios. No obstante, es de esperar que este traslado no haya terminado y se vea todavía cierto rezago en septiembre”, indicó Melisa Sala, economista de la consultora LCG.

Sala dijo que en el relevamiento de precios que hace la consultora, la inflación semanal de alimentos solo desaceleró en el margen y se sostiene alto, en niveles del 1,8% semanal. “El congelamiento del dólar oficial en $350, la suba de la tasa de referencia a 118%, la suspensión de los ajustes de tarifas de servicios públicos, y la extensión de los acuerdos y congelamientos a un número más grande de productos podrían estar dando resultados, pero será un efecto de corto plazo”, advirtió la especialista de LCG. “Pasadas las elecciones, el Gobierno deberá avanzar en un y eso tendrá impacto en precios. Estimamos que actualmente cerca del 40% de la canasta del IPC cuenta con precios reprimidos en algún sentido. Con una inercia que todavía implique registros por debajo de los dos dígitos, la reversión de la medida sumará 10 puntos porcentuales de inflación en diciembre. Sobre esto, se sumará el efecto de descongelar el dólar oficial”, dijo. El escenario base de LCG es de un 190% desde diciembre.

 
“Me preocupan dos cosas en profundidad. Una es Alimentos. En promedio, subieron más de 15%. Esto indica una situación social muy, muy compleja”, dijo a este medio Ricardo Delgado, presidente de la consultora Analytica. “El Gobierno va a tener que tomar alguna medida para que, en este trimestre, antes de irse, la situación social no termine desbordándose”, agregó y dijo que el gasto en la AUH está en niveles históricamente bajos.

“El otro punto es la core [la inflación núcleo]. Te indica que la dinámica de la alta inflación ya subió de nivel. Desde principios de año, estamos en un régimen de alta inflación, pero estábamos en 6%, 7% al mes; ahora estamos en torno al 12%, 14%”, dijo Delgado y cerró: “El salto ha sido significativo y obviamente los ingredientes que explican esto son básicamente tres: las devaluaciones, no solo la del 14 de agosto, sino la previa también, que sumó una velocidad de ajuste de los precios mucho más rápida, casi instantánea. A eso se suma la incertidumbre del cisne negro, que puede representar [Javier] Milei, y la falta de dólares”. Delgado estima que este mes marque una inflación similar a la de agosto.

 
“Los datos semanales del relevamiento de precios de C&T revelan que en agosto los precios tuvieron una fuerte aceleración en la segunda quincena, lo que deja un arrastre estadístico muy elevado para septiembre”, estimaron en la consultora C&T que dirige Camilo Tiscornia, y agregaron: “Esto hace que, a pesar de que se verifique cierta moderación en lo que va del mes, el mismo apunte a cerrar nuevamente con una inflación de dos dígitos”.

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